Rabiye Kurnaz es una mujer aparentemente corriente, excepto porque es un terremoto. Cuidando de sus hijos y mucho m谩s, es la que lleva la batuta en su casa de Bremen. Poco despu茅s de los ataques del 11-S, en 2001, su hijo Murat es acusado de terrorismo y es uno de los primeros enviados a la c谩rcel de Guant谩namo. Esto marca el inicio de un viaje hacia el coraz贸n de la pol铆tica mundial para esta decidida mujer alemana-turca. Acompa帽ada del abogado de derechos humanos Bernhard Docke, luchar谩 por la liberaci贸n de su hijo.