En agosto de 2016, el hallazgo de los cuerpos sin vida de Marcos Campos, Janaina Santos y sus hijos, Mar铆a Carolina y David, de tres y un a帽o, enfrenta a los investigadores a un caso sin precedentes: el primer crimen compartido por WhatsApp. Muy pronto, las pesquisas de la Polic铆a apuntan a Patrick, un joven de 19 a帽os, sobrino y primo de las v铆ctimas. Un estudiante de derecho, de familia acomodada, que hab铆a llegado a Espa帽a para cumplir su sue帽o de ser futbolista. Para cuando los investigadores re煤nen todas las pruebas que le incriminan, el joven ha huido a Brasil. Traerlo de nuevo a Espa帽a ser谩 un desaf铆o. Pero este drama familiar da un giro inesperado. Se hacen p煤blicas unas conversaciones de WhatsApp. Patrick, el principal sospechoso, mantuvo durante siete horas una conversaci贸n a trav茅s de esta red social con su mejor amigo, Marvin, que vive a 6.000 kil贸metros de distancia, en la ciudad brasile帽a de Joao Pessoa.